“Sería una pena que se perdiera la artesanía del esparto”
Manuel Haro es uno de los poquísimos artesanos del esparto que sigue trabajándolo en Cuevas del Almanzora. De carácter amable y con mucha paciencia, sigue entreteniéndose y elaborando todo tipo de objetos como cestas, botelleros, sombreros, bolsos y un sinfín de piezas útiles y decorativas. Le gustaría que no se perdiera este arte, que, recientemente, ha sido declarado Patrimonio Cultural Inmaterial.
- ¿Cómo y quién le enseñó a trabajar el esparto?
- Hace más de 60 años que comencé a hacer cosas con el esparto. Yo iba con cabras en el monte, cogía un puñado de esparto, hacía cualquier cosa y la tiraba. Pero cuando me fui haciendo mayor, me interesé por aprender a hacerlo bien y aprendí solo. Mi padre trabajaba en los lavaderos de las minas de Almagrera y compraba los cestos hechos para la comida y de amarrarlos en el portaequipos de la bicicleta se rompían y los que se quedaban ya viejos, yo los desbarataba y veía como iban los remates que no sabía hacerlos, y así aprendí.
- ¿Hay que tratar el esparto antes de poder confeccionar objetos con él?
- El esparto se coge y hay que humedecerlo luego para trabajarlo. Hay que tenerlo varias horas en agua para poder trabajarlo, porque si está muy seco, se rompe. Y el esparto picado es el que se compra, está cocido y picado en máquina. Antes se metía en una tinaja de esparto y se cocía teniéndolo 40 días en agua y luego se picaba con una maza de madera encima de una piedra grande.
- ¿Qué tipo de objetos se hacían con esparto para el día a día?
- Se hacían muchas cosas. Se hacían esteras para el suelo, cestos, se forraban las botellas para mantener e agua del interior fresca, paneras, cestas para recoger el cultivo, o para llevar el almuerzo…
- ¿Y hoy en día? ¿Son más bien cosas decorativas?
- Hoy en día yo hago, por entretenerme, de todo. Por ejemplo, paneras o cesticos para los pequeños y también bolsos. Hice un bolso para mi hija que vio uno que le gustó en un escaparate, le hizo una foto y me dijo si se lo haría en esparto. Y se lo hice para ella.
- ¿Le gustaría que la cultura del esparto no se perdiera?
- La gente joven no está por estas cosas, no. Yo creo que no debería de perderse. Es una pena que lo perdamos, porque es algo que es parte de nuestras costumbres, y nuestra historia.
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